Cómo gestionar los diferentes roles del paciente

24.11.2024

INTRODUCCIÓN

El cuidado de los pacientes en el entorno hospitalario no solo involucra la realización del tratamiento y procedimientos médicos, si no también los diferentes roles que pueden adoptar durante el proceso, lo cual influye en su cooperación y en el desarrollo de la relación con el personal de salud. Estos roles incluyen desde el paciente colaborador, que enfrenta el proceso de su enfermedad con una actitud positiva, hasta el paciente en negación o el que experimenta ansiedad extrema.

Paciente colaborador:

Un paciente activo, un paciente empoderado, es un paciente con capacidad para decidir, satisfacer necesidades y resolver problemas, con pensamiento crítico y control sobre su vida y su salud. Y todo ello se consigue, en primer lugar, con el conocimiento. Un paciente empoderado tiene que ser un paciente informado y formado, ha de disponer de las nociones suficientes para entender la enfermedad y su tratamiento y sentirse capaz de llevarlo a cabo. Y es que vivir con una enfermedad crónica, por su propia naturaleza, exige la participación activa de los pacientes: obliga al enfermo a tomar decisiones respecto a su estilo de vida, como el ejercicio, la nutrición o la medicación, ya que estas actividades tienen un papel determinante en el tratamiento o acompañamiento de la enfermedad. De hecho, el grado de involucramiento de los pacientes es un componente esencial para el tratamiento.

Programas de paciente experto o programas para el autocontrol basados en el uso de las nuevas tecnologías han surgido en los últimos años con el objetivo de formar y de que el paciente sea capaz de autocontrolarse y de gestionar su proceso de salud/enfermedad. Se ha demostrado, además que las estrategias de formación en las que pacientes enseñan a los pacientes a plantearse unos objetivos de mejora, proponerse acciones concretas dentro de un plan de acción, resolver problemas, enfrentarse a la enfermedad de forma saludable, gestionar el estrés, practicar el autocontrol y desarrollar la capacidad para aprovechar los recursos comunitarios mejoran los resultados en salud, su calidad de vida y la relación con los servicios sanitarios y los profesionales que les atienden.

Para dar respuesta a las necesidades de formación en autocuidados en función de redes de apoyo y solidaridad, en la Universidad de Stanford se creó un programa pionero, Patient Education Research Center, hoy con réplicas en diferentes países occidentales, que mostró los beneficios de la formación de pacientes a través de iguales-tutores con la misma enfermedad, entrenados/as en técnicas didácticas y con especial sensibilidad y conocimiento de la misma. En España hay un creciente interés en el desarrollo de programas de apoyo de autogestión, junto a estudios sobre la evaluación de resultados para identificar el impacto de estas iniciativas en nuestro medio, así como para los estudios sobre su aplicación para fomentar la introducción de iniciativas de activación de los pacientes en la práctica clínica habitual.

Paciente en negación:

Este paciente tiende a rechazar la intervención médica debido a la falta de aceptación de su enfermedad. La negación es un mecanismo de defensa común en personas que enfrentan diagnósticos difíciles de aceptar. Los pacientes que padecen una enfermedad oncológica necesitan expresar sus preocupaciones, sus miedos, sus dudas... con alguien que sepa escuchar, que facilite que el paciente se exprese, para de forma gradual, a su ritmo, ir adaptándose a la situación y a la comprensión de lo que está pasando.

Para eso es preciso crear un espacio para un soporte emocional donde se le ayude al diálogo, la escucha activa, y la comunicación, facilitando la adecuada resolución de las fases de adaptación a la situación en que se encuentre.

La comunicación es una herramienta terapéutica esencial y uno de los instrumentos básicos en Oncología. Un objetivo primordial es conocer de que manera la enfermedad está afectando al paciente para ayudarle en el proceso de adaptación a su nueva realidad, con sinceridad y respetando el principio de autonomía.

Esto va a permitir:

En la atención a la familia es imprescindible la comunicación, porque una familia que recibe una correcta información, educación para la salud, asesoramiento en los cuidados y un apoyo emocional adecuado, además de disminuir el estrés, realiza los cuidados del paciente de un modo más eficaz.

Paciente con ansiedad extrema:

La ansiedad es un estado emotivo, de anticipación de un daño o desgracia futura, acompañado de sentimientos somáticos de tensión y disforia (desagradable). Es una respuesta habitual a situaciones estresantes. Cuando sobrepasa cierta intensidad o supera la capacidad adaptativa de la persona se convierte en patológica.

INTERVENCIONES

Generales:

Específicas:


CONCLUSIÓN

La adopción de diferentes roles es inevitable y parte del proceso de cada paciente. Mantener una actitud positiva frente a un paciente colaborador, ser paciente en aquellos con negación, y proporcionar calma a quienes sufren de ansiedad extrema son esenciales para garantizar una atención de calidad y humana mediante técnicas de comunicación y apoyo emocional que ayuden a los pacientes a sentirse que están siendo escuchados y comprendidos.

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